Bach versus Guerrero III
Bach, Berg, Webern, Casanova y Guerrero

Bach versus Guerrero III

 

Programa….

    Johann Sebastian Bach (1685-1750)
    Concierto de Brandemburgo nº 4 en sol mayor BWV 1049
    para violin, 2 flautas, orquesta de cuerda y continuo

      1. Allegro
      2. Andante
      3. Presto

    Anton Webern (1883-1945)
    Vier Stücke op. 7 (1910-14)
    para violín y piano

      1. Sehr langsam (Muy despacio)
      2. Rasch (Rápido)
      3. Sehr langsam (Muy despacio)
      4. Bewegt (Movido)

    Alban Berg (1885-1935)
    Jugendlieder (Canciones de juventud) (ca.1901-1908)

      Ferne Lieder (Canciones lejanas), vol.1 /n°16 (Texto: F. Rückert)
      So regnet es sich langsam ein (Empieza a llover suavemente), vol.1 /n° 19
      (Texto: C. Flaischlen)
      Regen (Lluvia), vol.2 /n° 13 (Texto: J. Schlaf)

    Francisco Guerrero (1951-1997)
    Erótica (1978)
    para voz y guitarra sobre texto de Ben Quzma

    Alfonso Casanova (1953)
    Selene (1999)
    para 2 clarinetes y trío de cuerda

    Anton Webern (1883-1945)
    Drei kleine Stücke op. 11 (1914)
    para violoncello y piano

      1. Mäßige achtel (Moderado)
      2. Sehr bewegt (Muy animado)
      3. Äusserst ruhig (Extremadamente tranquilo)

    Francisco Guerrero
    Delta cephei (1977)
    para 2 clarinetes y trío de cuerda

 

 

Notas….

 
Köthen-Viena-Madrid

A

lo largo del ciclo hemos querido vincular la música de Francisco Guerrero con la de músicos de su preferencia, y entre ellos, no podía faltar Bach y junto a él, Anton Webern y Alban Berg.

Webern y Berg, discípulos de Schoenberg conocieron un encaje problemático en el panorama de su tiempo por ser exponentes de nuevos lenguajes y estéticas, la Segunda Escuela de Viena. Llevaron una vida difícil en la Viena de entreguerras. Tras el exilio de Schoenberg a Estados Unidos y la muerte de Berg en 1935, Webern se queda solo y aislado viviendo la Segunda Guerra Mundial.

Francisco Guerrero fue una figura única que simboliza la creación moderna en la música española de la segunda mitad del siglo XX. Tildado de “maldito”, no aceptaba de buen grado ese calificativo. Lo que le gustaba era el “arte potente”, el que sólo se sustenta en sí mismo. “No me interesa nada que no mire hacia delante”, decía. Su música por lo general resulta abrumadora, candente, arisca… Descansa en lo abstracto, en la matemática y en la verdad.

El concierto incluye también una obra de su alumno Alfonso Casanova, compositor de la siguiente generación que mantuvo un vínculo muy estrecho con Guerrero.

Músicas desafiantes, cada una hija de su tiempo, todas invitan a la concentración y el disfrute.

Gracia Terrén