De puntto por lettra
Tomás Luis de Victoria
De Puntto por Lettra
Programa….
-
Tomás Luis de Victoria (1548-1611)
Motetes, responsorios y lamentaciones
I
Motetes
Pueri hebraeorum (a 4 voces)*
Ecce sacerdos magnus (a 4 voces)
Gaudent in caelis (a 4 voces)
Responsorios
Amicus meus (nº 1)*
Eram quasi agnus (nº 4)*
Una hora (nº 5)*
Lamentaciones
Incipit lamentatione Jeremiae (nº 1)*
II
Lamentaciones
Vau. Et egressus est (nº 2)*
Responsorios
Animam meam dilectam (nº 9)*
Caligaverunt oculi mei (nº 12)*
Seniores populi (nº 6)*
Motetes
Ne timeas Maria (a 4 voces)
Quam pulchri sunt gressus tui (a 4 voces)
Sancta Maria succurre miseris (a 4 voces)
-
*OHS: Officcium Hebdomadae Sanctae (Oficio de Semana Santa)
Notas….
S
egunda grabación de la colección Cosas que sacare a luz que Ars Combinatoria dedica a la excelsa figura de Tomás Luis de Victoria, reconocido no solo como nuestro mejor compositor del Renacimiento, sino de la historia de la música en su totalidad. En Victoria, como en Bach, confluyen el respeto a la tradición y una honda religiosidad. Su música posee una extraordinaria fuerza y está meticulosamente construida, herencia de los grandes polifonistas del primer Renacimiento. Conviviendo con esta perfección técnica, su belleza se mueve entre el misterio de lo teológico y la emocionalidad de lo místico, buscando establecer un diálogo efectivo con el con el devoto oyente.
De puntto por lettra, una expresión extraída de una de sus cartas manuscritas recoge una magistral selección de motetes, responsorios y lamentaciones. El motete es un canto polifónico a capella en estilo contrapuntístico o imitativo, de texto comúnmente bíblico. El responsorio está formado por un estribillo de estilo imitativo y un verso, de una polifonía muy cercana a la homofonía. Las Lamentaciones de Jeremías son cantos elegíacos que aluden a la destrucción de Jerusalén y del templo.
Desde 1991, Ars Combinatoria interpreta músicas de todos los tiempos, acercándose siempre lo más posible a la época que vivieron sus autores. Así mismo, no cesa en su afán de dejar registradas «buenas músicas», entre las cuales no podía faltar nuestro gran compositor abulense.