I bei momenti
Mozart, Debussy, Chapí…
I bei momenti
Programa….
I
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Le nozze di Figaro KV 492 (1785-6)
Dove sono i bei momento (Condesa)
Cosi fan tutte KV 588 (1790)
Come scoglio (Fiordiligi)
Alfredo Catalani (1854-1893)
La Wally (1892)
Ebben? Ne andrò lontanai (Wally)
Claude Debussy (1862- 1918)
Escena lírica L’Enfant prodigue (1884)
Azaël, pourquoi m’as-tu quittée? (Lia)
II
Pablo Luna (1879-1942)
El niño judío (1918)
De España vengo (Concha)
Ruperto Chapí (1851-1909)
Las hijas del Zebedeo (1889)
Carceleras (Luisa)
Wolfgang Amadeus Mozart
Cosi fan tutte KV 588 (1790)
Ah! Guarda, sorella (Fiordiligi y Dorabella)
Notas al programa….
Dove sono i bei momenti? (¿Dónde están los buenos momentos?)
P
ara nosotros, la respuesta es fácil: aquí, en esta velada, en la que las cantantes Ana Rosa y Beatriz Patrocínio, dos jóvenes promesas del arte del canto, nos van a ofrecer un abanico de excelsas arias, no exentas de dificultad, pertenecientes a los títulos operísticos más importantes de la historia de la música.
Gracia Terren
El orden, la naturalidad y el equilibrio fueron elementos que Mozart introducirá en sus geniales composiciones conjugando la sencillez y el refinamiento junto a una excepcional escritura vocal sin olvidar los caracteres y psicología de los personajes.
El estilo vocal bel canto prevaleció en la mayor parte de Europa durante los siglos XVIII y XIX. La Ilustración trajo nuevos tiempos y novedosas ideas y principios como la educación y el conocimiento: con ello, la cultura dejaba de ser un privilegio de la nobleza y los teatros debían atraer a la incipiente clase media. El orden, la naturalidad y el equilibrio fueron elementos que Mozart introducirá en sus geniales composiciones conjugando la sencillez y el refinamiento junto a una excepcional escritura vocal sin olvidar los caracteres y psicología de los personajes.
Le nozze di Figaro y Così fan tutte -ambas con libreto de Lorenzo Da Ponte – son dos de las mejores creaciones de Mozart. El aria «Dove sono i bei momenti?» representa muy bien el estilo bel canto propio de la época y es uno de los puntos culminantes de la ópera Las bodas de Fígaro, momento en el que la Rosina, condesa Almaviva, reflexiona tiernamente sobre el pasado y se pregunta si queda alguna esperanza para su matrimonio envuelta en una música refinada y sentida. Igualmente, la ópera Così fan tutte (Así hacen todas) está llena de magníficas arias. «Come scoglio» («Como escollo») en la voz del personaje de Fiordiligi es una espléndida aria de coloratura, un tipo de soprano especialmente ágil y agudo, capaz de alcanzar extremos de emoción y destreza técnica. El extraordinario y sensual dueto de Dorabella y Fiordiligi «Ah! Guarda, sorella» («¡Mira, hermana!») revela el enamoramiento de las dos hermanas, mostrándonos el carácter de la personalidad de cada una.
En el último cuarto del siglo XIX cambia el rumbo de la historia operística, pues el movimiento literario del realismo y naturalismo llevaron a la música italiana al llamado verismo (del italiano vero, verdadero) como una manera realista de plasmar el mundo, sin idealizarlo y desde la crítica social. Con Leoncavallo, Mascagni y Puccini al frente, esta corriente ahonda en las profundidades de las emociones humanas a través de la música y el drama, con personajes que afrontan emociones crudas e intensas y presentando unos argumentos dramáticos y descarnados.
Estrenada en 1892 y ambientada en el Tirol austriaco, la ópera de Alfredo Catalani, La Wally representa la esencia de la ópera verista. Narra la trágica historia de una mujer, Wally, independiente y de fuerte carácter, que se enfrenta al amor, la traición y a un destino desgarrador. Catalani ocupó un lugar importante entre los compositores veristas, pero su nombre y sus óperas cayeron completamente en desuso, a excepción de la magnífica aria
«Ebben?… Ne andrò lontana» («Entonces?… Me iré lejos»), así como la escena del suicidio de la protagonista. Como curiosidad acerca de la popularidad de esta aria cabe señalar que ha sido extensamente utilizada para publicidad y como banda sonora en series y películas, así como programada en recitales grabaciones de distinguidas cantantes desde Maria Callas hasta Teresa Berganza o Anna Netrebko, por mencionar algunas.
Gracia Terren
Si las valiosas aportaciones de Mozart propiciaron el desarrollo y evolución de la ópera, las creaciones de Pablo Luna y Ruperto Chapí contribuyeron enormemente al auge de la zarzuela durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX.
«Azaël, pourquoi m’as-tu quittée?» («¿Por qué me has abandonado?») pertenece a la escena lírica o cantata L’ enfant prodigue de Claude Debussy. Fue compuesta originalmente para voz y piano para el concurso de composición Prix de Rome, en el que Debussy obtuvo el primer premio, lo que le permitió recibir una beca para una estancia de cuatro años en la Villa Médicis, la Academia de Francia en Roma (1885-1887). Entre 1907-1908, Debussy realizó una versión para orquesta, piano y voz. Aunque no fue compuesta para la escena, L’ enfant prodigue se presenta a veces como ópera en un acto. El aria nos relata cómo Lia lamenta la ausencia de Azaël, su hijo pródigo, tras abandonar su hogar para perseguir los placeres del mundo. La música de Debussy nos sumerge en una sensación de añoranza y profundidad emocional ante la soledad que Lia siente.
Si las valiosas aportaciones de Mozart propiciaron el desarrollo y evolución de la ópera, las creaciones de Pablo Luna y Ruperto Chapí contribuyeron enormemente al auge de la zarzuela durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX. Dos célebres arias de las zarzuelas cómicas El niño judío (Pablo Luna) y Las hijas del Zebedeo (Ruperto Chapí) nos ofrecen un breve, pero atractivo recorrido por este género.
Si bien la esencia de la zarzuela es puramente costumbrista, las tendencias en boga por Europa – como la opereta francesa o vienesa y, por supuesto, la ópera italiana- no tardaron en «colarse» por los teatros españoles, atrayendo a audiencias de todas las clases. Así, cuando las operetas de Franz Lehár procedentes del imperio austrohúngaro (la exitosa La viuda alegre, p por ejemplo), empezaron a tener éxito en Madrid, los compositores de zarzuela no tardaron en adaptar sus obras a esta nueva moda.
«El exponente más exitoso de esta influencia de la opereta vienesa fue El niño judío de Pablo Luna. Fue estrenada en el Teatro Apolo de Madrid en 1918 y es una de las zarzuelas más populares en la historia de la música española. La historia gira en torno a un niño judío que es adoptado por una familia cristiana y se enamora de una joven cristiana, lo que desencadena una serie de conflictos, emociones y cómicas situaciones. Una ambientación exótica (la acción transcurre entre Madrid, Siria e India) y un argumento algo disparatado e ingenioso, le dan a Luna la posibilidad de componer una música muy variada que demuestra el dominio de las músicas de moda: canción española, cuplé, música andalucista… llegando a la celebérrima canción «De España vengo», de carácter andalucista -concretamente una granadina a ritmo de fandango – que destaca por su agilidad y flexibilidad vocal y su lirismo propio del estilo belcantista.
Por su parte, otro famosísimo fragmento es la canción de las «Carceleras» perteneciente a la zarzuela cómica Las hijas del Zebedeo de Ruperto Chapí. El libreto trata las intrigas amorosas en torno al bar Zebedeo. Luisa, una de las hijas, entona esta aria o romanza en el que expresa su amor por su amado al compás de una música de filigranas ágiles y líneas melódicas plagadas de giros virtuosísticos. Este número pasó rápidamente al formar parte del repertorio de las grandes divas de la lírica como Montserrat Caballé, Teresa Berganza o Victoria de los Ángeles y extranjeras como Elina Garanča.
- Gracia Terrén