Anthems de la coronación
Georg Friedrich Haendel

Los Anthems de la Coronación
Programa….
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I
George F. Haendel (1685-1759)
Coronation Anthem HWV 258
Zadok the Priest
And all the people rejoic’d
God save the King
Allelujah
Coronation Anthem HWV 259
Let thy hand be strengthened
Let justice and judgment
Alleluja!
II
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Motete BWV 230
Lobet den Herrn alle Heiden
III
George F. Haendel
Coronation Anthem HWV 260
The King shall rejoice
thy salvation
Coronation Anthem HWV 261
My heart is inditing
Kings’ daughters
Upon thy right hand
Kings shall be thy nursing fathers
Notas al programa….
A
pesar de que el 4 de septiembre de 1727, días antes de que empezaran los preparativos para la coronación del rey George II, fuese nombrado como organista y compositor de la «The Chapel Royal» Maurice Greene (1696-1755), fue una enorme sorpresa para la gran mayoría de los más allegados a la corte, que el propio monarca concediera el honor de escribir la nueva música para el servicio de su coronación al compositor de origen alemán George Frideric Handel y no fuese el reciente compositor encargado de su «Chapel» el que escribiese y compartiera las nuevas músicas que iban a sonar junto a músicos como John Farmer (1565-1605), Orlando Gibbons (1583-1625), Thomas Tallis (1505-1585), John Blow (1649-1708) o Henry Purcell (1659-1695) todos ellos músicos muy consagrados, ingleses y ninguno de ellos vivo. Todo esto sucedía en torno a la húmeda mañana del 11 de octubre cuando el rey George II fue coronado en la Abadía de Westminster junto a su mujer Carolina.
La necesidad de cantar en grupo en el Oficio Divino, dio lugar al anthem, en español antífona, forma musical que trata el versículo o parte de él cantado antes de un salmo, repitiéndose al final de éste por completo (como el introito, ofertorio y comunión en la misa). Aparece en Inglaterra utilizado en los servicios protestantes y generalmente compuesto sobre un texto inglés, como contrapartida a los motetes latinos a través de los trabajos de Christopher Tye (c.1500-1573), Thomas Tallis y William Byrd (1543-1623). Estos primeros anthems mantienen la forma de los motetes latinos, compuestos a cuatro partes y con un estilo contrapuntístico predominantemente imitativo.
Sobre 1600, esta forma se amplía con líneas (verses) para voces solistas además de un acompañamiento instrumental, alternándose con pasajes corales dando lugar al Verse anthem. Esto ocurre paralelamente al desarrollo del estilo concertado. En el “Libro del rezo común” de 1662 (Book of Common Prayer), el anthem se interpretaba al final de los rezos diarios en la liturgia inglesa. Entre los más destacados cultivadores de este género podemos citar a Morley, Tomkins, Weelkes y Gibbons. A partir de 1661, tras la restauración se desarrolla un nuevo estilo con Mathew Locke, Humprey y Blow, en los anthems escritos para la Capilla Real (Royal Chapel), novedad que muestra una marcada influencia de otras músicas como la francesa e italiana; sus texturas se hacen más contrastantes donde se alternan sucesiones de pasajes homofónicos con algunas secciones más contrapuntísticas por parte de todo el coro y se comienzan a añadir pequeños ritornelos a cargo de los instrumentos de cuerda.
Pero fue Henry Purcell quien, unos años después, sintetizó y desarrolló todos estos aspectos contribuyendo de manera significativa a la concepción del Verse anthem, en el que los pasajes corales se alternan con verses solistas normalmente acompañados por un órgano u orquesta de cuerda, así como al Full anthem, el cual era expresamente compuesto para coro y una parte para el órgano, a modo de continuo como son el caso de Thou knowest, Lord, the secrets of our hearts y el Funeral sentences. Su gran heredero es George Frideric Handel y sus 4 Anthems de la Coronación escritos para esa húmeda mañana con los que se cierra la evolución de la forma del Anthem en la época barroca.
My heart is inditing, uno de esos 4 Anthems de la Coronación que sonaron en la coronación del rey George II, se articula en 4 secciones y utiliza textos del Salmo 45 (los versos 1 al 10 y el verso 12) y del Libro de Isaías (el verso 23 del capítulo 49) textos, todos ellos, que le sirven para crear una textura muy refinada y contrastar momentos de enorme magnificencia sonora cuando es el rey el destinatario, y de gran dulzura cuando el coro y la orquesta se dirigen a la reina o a sus hijas. Mientras que Let thy hand be strengthened himno que utiliza textos del salmo 89, se divide en tres partes: un principio ligero y alegre, una sección central melancólica y lenta que recuerda al Purcell de los gestos del lamento de Dido, y un cierre vivaz que finaliza con un Aleluya. De los 4 Anthems de la Coronación este himno es el único que no utiliza las trompetas. Parece ser que el concepto de espacialización sonora no es tan moderno, pues nos cuentan los cronistas de la época que Handel utilizaba esos instrumentos para las fanfarrias que sonaban después de este Anthem desde otro lugar.
Como constantemente nos enseña la música del Maestro de Leipzig sus guiños y reconocimientos a su pasado son constantes, como nos muestra el estilo en que está escrito el motete Lobet den Herrn alle Heidenen BWV 230 que nos recuerda a las formas antiguas de los motetes en un solo gesto. Éste está estructurado en tres secciones donde la primera es una doble fuga densa en do mayor; cada una de las dos primeras frases muestran un texto y aparecen unidos en la tercera parte. La segunda sección es un fragmento en el que se alternan materiales homofónicos y polifónicos pero son doblados los valores rítmicos creando la sensación de una asombrosa calma propia de su pluma a pesar de su densidad. La tercera parte cierra el salmo 117 con un Hallelujah mostrándonos su gran habilidad en el dominio del contrapunto escrito en forma de fuga y cerrando el motete de forma jubilosa.
Dos oberturas extraídas de los Oratorios Salomón y Mesías de Haendel, funcionan como si fuesen las oberturas que nos sirven para introducir los Anthems de la Coronación. Como movimientos lentos nos valemos de los Funeral Anthems de Purcell para envolver el Motete de Bach. Se propone en este programa una mixtura entre obras de tres compositores que, sobre una misma temática, van configurando un discurso siendo el resultado una simetría general en una sola parte.
El género de la sinfonía en el Barroco eran los fragmentos instrumentales con los que comenzaban las óperas. Su estructura es tripartita, siendo el primer movimiento rápido y concertante, seguido de otro lento y cantabile, y un tercero rápido, de carácter bailable y a menudo fugado. Respetando esta función, hemos querido que las sinfonías abran cada una de las partes del concierto.
- Canco López